El presidente de Colombia, Gustavo Petro, consideró que la situación de violencia en la región del Catatumbo, en el noreste, podría convertirse en la más dramática en la historia contemporánea de la nación.
Reconoció la existencia de fallas en las labores de la Inteligencia para la detección del traslado de los hombres del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que presuntamente se desplazaron desde el departamento de Arauca hasta Norte de Santander para realizar las acciones armadas que tienen lugar en la zona.
“Algún tipo de información debimos tener, y no la tuvimos”, lamentó, al tiempo que consideró que la actual crisis de orden público constituye un fracaso para el país.
Petro se refirió en esos términos a la situación que atraviesa el Catatumbo, donde desde el pasado jueves el ELN entabló combates contra la Estructura 33, un grupo residual de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo.
Según divulgó la defensora del Pueblo, Iris Marín, debido a las confrontaciones se reportan al menos 32 mil personas desplazadas, que en su mayoría llegaron a Cúcuta (15 mil 86), Ocaña (11 mil 503) y Tibú (cinco mil 300).
Informó además que se mantiene el confinamiento en varias zonas, y que se comprobó el homicidio de al menos cinco firmantes de paz, la desaparición forzada de varios de ellos y el secuestro de otro grupo.
De acuerdo con las declaraciones de Marín, continúa la operación de levantamiento de cuerpos y se pudo realizar exámenes forenses a 35 de estos.
La funcionaria comentó que se realizaron tres misiones humanitarias junto con la Iglesia Católica, en las que se consiguió la liberación del exalcalde del municipio del San Cayetano, y la entrega de otras 11 personas.