El número creciente de niños y adolescentes víctimas de la violencia en Uruguay genera preocupación y debate en un país que se preciaba de su seguridad ciudadana.
Un cuádruple homicidio ocurrido en el capitalino barrio Maracaná sacudió a esta sociedad, donde se desdibuja aquello de que Uruguay es la Suiza de América, sobre todo porque entre los asesinados estaba un chico de 11 años de edad.
Ese atroz crimen reavivó el debate político en tiempos de campaña electoral y se sumó a otros hechos de violencia a los que no escaparon varios infantes, como los ocurridos el 24 de diciembre de 2023, cuando una niña de 14 años perdió la vida en el barrio Peñarol en una balacera, y el 22 de febrero pasado, fecha en la que un menor de dos años fue asesinado mientras estaba con dos adultos y tres pequeños dentro de un auto aparcado frente a un sitio de venta de drogas en Pinar Norte, Canelones.
Hace unas semanas, desde el Hospital Pediátrico Pereira Rossell, de referencia nacional, advirtieron que la cantidad de menores de 15 años heridos de bala se había duplicado en un lustro.
Recientemente, la fiscal de Homicidios, Mirta Morales, afirmó en entrevista televisiva que “la sociedad uruguaya es muchísimo más violenta, con muchas armas en la calle”, y lamentó las muertes de víctimas inocentes.
Según la última encuesta de la consultora Factum, correspondiente a abril, la falta de seguridad ciudadana es la principal preocupación de los uruguayos.
Mientras tanto, diversas líneas de trabajo sobre el tema de la violencia forman parte de las campañas de los precandidatos que competirán en las primarias de junio, de cara a las elecciones nacionales del 27 de octubre.