El panorama económico de Haití sigue siendo sombrío, al estar marcado por violencia de pandillas, disminución de importaciones, préstamos sin pagar e inflación, un contexto en el que bandas criminales vandalizaron, saquearon o incendiaron 59 sucursales bancarias y las dejaron inoperantes.
La reanudación de las actividades económicas no va acompañada de una reactivación de la producción, que es fundamental para salir de la trampa del crecimiento negativo, explicó el gobernador del Banco Central de Haití, Ronald Gabriel.
Todo el caos que vive la nación caribeña tuvo un gran impacto en las empresas y particulares, y, a pesar de las moratorias concedidas por el banco hasta la fecha, muchos préstamos siguen sin pagarse.
De acuerdo con las cifras proporcionadas por Gabriel, 447 préstamos están actualmente en dificultades en el sistema bancario, lo que representa casi 924 mil 242 dólares, el 68 por ciento de los cuales se refieren al sector comercial.
En cuanto a las empresas que operan en el sistema, 307 tienen problemas para pagar, y 174 están en situación de mal funcionamiento, puntualizó el gobernador del Banco Central, citado por el diario Le Nouvelliste.
Las instituciones de microfinanzas no escapan de esta situación, de hecho, cerca de 17 mil microcréditos están en dificultades, y 969 pequeñas y medianas empresas también son disfuncionales en varias categorías.
Además, las moratorias siguen desempeñando un papel importante, y a la fecha ya fueron otorgadas 117 para el sistema bancario y otras instituciones financieras.
Gabriel admitió que estas no resolverán los problemas, pero serán un alivio temporal, en espera de mejores condiciones en Haití, donde la inflación va en aumento, la demanda cayó, y el cierre de puertos y aeropuertos provocó una disminución del 10 por ciento en las importaciones.