1. Planificar las vacaciones con anticipación para aprovechar ofertas y descuentos.
2. Buscar alojamiento en lugares más económicos como campings o albergues.
3. Cocinar en casa en lugar de comer fuera, utilizando ingredientes frescos y de temporada.
4. Aprovechar las promociones y descuentos en actividades y atracciones turísticas.
5. Utilizar el transporte público en lugar de alquilar un coche o utilizar taxis.
6. Optar por destinos menos turísticos y más económicos.
7. Comprar productos de marca blanca en el supermercado y evitar los productos procesados y envasados.
8. Ahorrar en la factura de la luz y el agua reduciendo el uso de electrodomésticos y duchándose en lugar de bañarse.
9. Realizar actividades al aire libre gratuitas como senderismo, paseos en bicicleta o visitas a parques naturales.
10. Ahorrar en la compra de ropa y accesorios de verano comprando en rebajas o en tiendas de segunda mano.