Colombia en expectativa por el proceso de paz

CATALINA CHAUX*

catalinacolumnistaEl gobierno de Colombia resolvió romper su silencio, eligiendo el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas para iniciar la difusión de los acuerdos a los que se ha llegado en las negociaciones de paz en la Habana.

De los temas acordados con la guerrila de las FARC en la agenda inicial se incluyen: 1. La política de desarrollo agrario integral; 2. La participación en política; 3. El fin del conflicto; 4. Solución al problema de las drogas ilícitas; 5. Victimas y, por último, 6. Implementación, verificación y refrendación. Se tienen borradores de acuerdo sobre los puntos 1, 2 y 4, manteniendo el concepto de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, y esto sujeto a la refrendación del pueblo colombiano.

El cambio en la posición de Gobierno sobre el manejo de la información y la correspondiente difusión de los acuerdos parciales, es el resultado del escepticismo medido durante la etapa previa a las elecciones presidenciales y, aun cuando el gobierno recibió el apoyo para continuar las negociación con la reelección del presidente Santos, este apoyo no será permanente ni se traducirá en la refrendación del acuerdo final, si no se genera la confianza suficiente, ni se da a conocer los logros obtenidos hasta el momento.

Ha habido dos áreas críticas durante este proceso. La primera es la no dejación de las armas durante el tiempo de las conversaciones -el punto que más oposición ha generado, particularmente en los detractores del proceso. Los ataques permanentes de las FARC, su hostigamiento a la población civil y a las fuerzas armadas y de policía, han derivado en incredulidad y desesperanza. Indudablemente este es un punto que deberá definirse más pronto que tarde si se quiere ganar confianza y apoyo.

Es el punto 3 de la agenda y no tiene un límite de tiempo para ser definido. La segunda es el post-conflicto, que requerirá la participación de todos los colombianos. Se deben anticipar las circunstancias, eventos y necesidades para poder prepararse adecuadamente. Seguramente además de presupuesto y el diseño de políticas públicas especificas, se requerirá apoyo de la comunidad internacional. Si bien deben tenerse en cuenta las experiencias vividas en otros países, deberá crearse un modelo único y especifico para Colombia, según sus características y necesidades.

Evidentemente al post-conflicto no se llegará si no se soluciona primero el conflicto a través del acuerdo total y la correspondiente refrendación de los colombianos. Es por ello que vale la pena preguntar qué entienden los colombianos por paz, qué esperan del proceso de paz y qué entienden
por un proceso de paz.

Sería lastimoso que por no tener los conceptos claros y no percibir las diferencias en estos presupuestos y expectativas, el acuerdo, su refrendación y el correspondiente post-conflicto puedan llegar a tener mas dificultades de las que acarrea un proceso de esta naturaleza.

Catalina Chaux tiene formación en Derecho con especialización en Derecho Económico, Master en Resolución de Conflictos y es Coach Profesional con énfasis en mejoramiento de comunicaciones, manejo de conflictos e intercambios culturales. Se ha desempeñado como columnista, profesora
universitaria presencial y en línea, posee amplia experiencia en el sector público y diplomático. Actualmente se dedica a su práctica privada en Mediación, Coaching y Consultoría. cchaux@checsconsulting.com

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