La historia recoge que el filósofo y orador romano Marco Tulio Cicerón expresó en una ocasión: Preferiría la paz más injusta a la más justa de las guerras.
El fantasma de los grandes conflictos bélicos recorre hoy Europa y amenaza con vincular al resto del mundo. Las añejas diferencias han llevado a que se desate una contienda cruenta que ya ha arrebatado la vida a miles de personas inocentes.
Tras las bombas sin nombre van las víctimas con su dolor, su pérdida y el terror profundo de la amenaza constante de la muerte.
Desde Correo Canadiense ratificamos nuestro compromiso inquebrantable con la paz y el diálogo como única forma para resolver las diferencias entre naciones.
La comunidad latina se solidariza con el pueblo de Ucrania y aboga porque se respete la vida de millones de personas que hoy se encuentran en refugios para escapar del horror que se vive afuera.
Múltiples muestras de apoyo se registran ya en varias partes de Canadá y de otras naciones de la región sudamericana como ejemplo de la paz que pide el mundo.
Los conflictos armados dejan solamente secuelas que, durante décadas, las generaciones que los viven y las siguientes deben de soportar.
Expresamos nuevamente nuestro deseo de que la diplomacia retome el importante papel que juega en las relaciones internacionales y que los diálogos entre Kiev y Moscú tengan a los pueblos como centro de interés.