Nuevo programa de parole para cubanos, haitianos y nicaragüenses abre las puertas de Estados Unidos

Tras varios años siendo el destino principal de una oleada sin precedentes de cubanos, haitianos y nicaragüenses migrantes, Estados Unidos inició el año poniendo fin a la entrada por frontera de los ciudadanos de dichas naciones.

Un anuncio de la Casa Blanca el pasado 5 de enero aclaraba que aquellos que se encontraran en la frontera con México o en alguna parte del complicado trayecto, serían detenidos por las autoridades y devueltos a su nación de origen sin posibilidades de aplicar a ningún tipo de acogida en el país norteamericano tras su intento de entrada irregular.

En el caso de la frontera sur, el propio Gobierno mexicano emitió un comunicado en el que se compromete a recibir cada mes a un total de 30 mil nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, que pudiesen ser devueltos por las autoridades estadounidenses a territorio azteca.

Paralelamente a lo problemático de estas disposiciones para varios cientos de miles que ya se encontraban cercanos a la frontera estadounidense, el presidente Joe Biden anunció un nuevo programa de parole que ha revolucionado la atención por sus características.

 Este nuevo programa de asilo tiene como objetivo fundamental disminuir la migración ilegal, el tráfico de personas y la situación de los llamados balseros,  una de las más peligrosas alternativas por la que optan miles de cubanos y que ha reportado un aumento significativo tras el encarecimiento de pasajes y las prolongadas demoras en los procesos migratorios de la embajada de Estados Unidos en Cuba.

El comunicado de Biden, una jugada estratégica de un gobierno demócrata que busca afianzar posiciones, añade que la única vía de entrada válida para los cubanos, nicaragüenses y haitianos será la  aérea y que “solo casos excepcionales podrían ser admitidos si entran por tierra o a través de puertos que no sean aéreos o interiores”.

Algunos requisitos para ser elegibles para llegar por esta vía a suelo estadounidense es que las personas deben tener un patrocinador en los Estados Unidos que se comprometa a apoyar financieramente al emigrante durante el tiempo que dure su parole, anunciado inicialmente por un período de hasta dos años.

Para los ciudadanos de la Mayor de las Antillas, esta experiencia aplicada anteriormente con Venezuela, brinda además la bondad de acogerse tras el transcurso de un año a la aún vigente Ley de Ajuste Cubano lo cual facilita el proceso de migración definitiva.

Los aparentes beneficios están a la vista: migración segura, legal y ordenada. Sin embargo, como todas las cuestiones de esta índole el proceso implica pasos y requisitos imposibles de evadir para patrocinadores y patrocinados.

Todo lo que necesitas saber sobre el proceso de patrocinio a Estados Unidos

Uno de los aspectos más significativos en esta nueva disposición es que los aspirantes a emigrar deben aprobar la investigación de antecedentes de seguridad nacional y seguridad pública que realice el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) estadounidense. Los interesados en ingresar al país no deben constituir ningún tipo de amenaza para los Estados Unidos.

El patrocinado tendrá acceso inmediato a un permiso de trabajo y a la solicitud de un seguro médico privado por el tiempo que dure su parole, pero el patrocinador debe demostrar que cuenta con los recursos económicos necesarios para hacerse cargo del recién llegado.

Al momento de realizar la solicitud de patrocinio, el interesado debe ser residente en los Estados Unidos y no, necesariamente, debe ser familiar o demostrar conexiones personales con el beneficiario.

La decisión de aceptar o no un patrocinador o un patrocinado queda a juicio de las entidades migratorias norteamericanas y es irrevocable.

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