Para superar la era Ford, debemos comprender el aislamiento y la marginación que experimentan muchos y combatir ese descontento con políticas positivas. Como ellos, yo conozco ese sentimiento.
Llegué en 1.974, luego que mi familia huyera del golpe de estado en Chile. Mi padre estuvo detenido brevemente, pero lo que él vivió en esos días lo marcó para siempre. Las penas que trajeron mis padres se sumaron a la lucha por encontrar trabajo, arraigarse y recuperar la voz (perdida en el
inglés). No sentía que pertenecía, a pesar de mi participación en la política de mi nuevo país. Todo cambió para mí cuando fui madre y mi hija comenzó el kindergarten, hace quince años durante un gobierno conservador en Ontario en que las escuelas, como todos los servicios, se vieron amenazados. Comencé a movilizar a los padres y fue así que me convertí en candidata en el 2.006, perdiendo por 280 votos en el Distrito 17 de Davenport. En la actual campaña hemos visitado las casi 18.000 puertas del distrito más de una vez. Lo que he encontrado es desilusión con los políticos y el gobierno. La gente quiere acción y apoyo a las familias trabajadoras, en particular el problema del desempleo.
Toronto necesita un nuevo liderazgo. No solo necesitamos un nuevo alcalde – que no lleve el apellido Ford -, sino también concejales que no hayan formado parte del circo de los últimos cuatro años. Es por eso que el Distrito 17 busca un cambio. El actual concejal fue parte del circulo del poder bajo Ford. Juntos propusieron cortar bibliotecas, lograron reducir la frecuencia y cantidad de transporte público y al mismo tiempo, aumentar su tarifa. Alentar la división entre los residentes de Toronto, debilitar los lazos que nos unen como comunidad y la red de apoyo necesaria para avanzar juntos, es una política hecha a semejanza de aquella del “Tea Party” en Estados Unidos. Es para triunfar sobre ésto y avanzar los intereses de la comunidad que quiero aportar mi experiencia en el municipio como concejal del Distrito 17. Debemos votar por un cambio el 27 de octubre y comenzar a reconstruir Toronto a partir del día siguiente.
Alejandra Bravo es una activista comunitaria de origen chileno que aspira al Concejo de Toronto en el Distrito 17.