La importancia de alzar la voz como comunidad latina en Canadá

Esta semana, mientras en diferentes ciudades del país se celebran festivales latinos llenos de música, danza y colores, surge una reflexión necesaria: ¿estamos siendo vistos solo como cultura o también como ciudadanos con voz y necesidades?

La comunidad latina crece cada año en Canadá. Somos trabajadores, emprendedores, estudiantes, artistas, profesionales de la salud, la construcción, la tecnología y la educación. Contribuimos de forma silenciosa, muchas veces con esfuerzo doble: el de adaptarnos y el de demostrar nuestro valor en un sistema que no siempre nos reconoce con equidad.

Sin embargo, el orgullo de nuestra identidad y el talento no son suficientes si no están acompañados de participación y organización. Ser vistos no es lo mismo que ser escuchados. Es momento de que la comunidad latina en Canadá comience a alzar la voz en todos los espacios: sociales, políticos, académicos y laborales.

Algunas reflexiones para esta semana:

¿Cuántos latinos están representándonos en los concejos municipales, en los sindicatos, en las mesas directivas de asociaciones profesionales?

¿Estamos votando, participando en consultas públicas y construyendo puentes con otras comunidades?

¿Estamos contando nuestras historias en medios y plataformas que formen la narrativa real de quienes somos?

Celebrar nuestras raíces es un acto de amor propio. Pero organizarse, exigir derechos, generar redes de apoyo y crear oportunidades para nuestra gente es un acto de amor colectivo. Ambas acciones son necesarias para dejar de ser vistos como una minoría folclórica y comenzar a ser reconocidos como lo que ya somos: una fuerza vital para el presente y futuro de Canadá.

Este mes, más allá de las banderas y la música, te invito a preguntarte: ¿qué puedo hacer hoy para fortalecer mi voz y la de mi comunidad? Quizá sea un paso pequeño –apoyar a un negocio latino, compartir información sobre programas de apoyo, motivar a un amigo a postularse como representante estudiantil– pero es un paso que suma.

Recordemos: nuestra cultura nos une, pero nuestra participación nos empodera.

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