Silvia Mendez, la periodista que reinventó su voz en Canadá

Cuando Silvia Mendez llegó a Canadá hace más de 17 años, nunca imaginó que el camino profesional que había construido en México tendría que replantearse desde cero. “Llegamos con mi exesposo y mis dos hijas, y aunque traía mi título en comunicación y periodismo, me di cuenta de que aquí el idioma y la cultura eran barreras a tener en cuenta”.  

En México, Silvia había sido editora y reportera en algunos de los medios más prestigiosos del país: *El Financiero*, *Reforma*, *Milenio*. “Había cubierto todo tipo de historias, desde economía hasta política, pero aquí, en Canadá, me sentía como una principiante. ¿Quién iba a leerme si ni siquiera sabía cómo conectar con esta nueva audiencia?”, se preguntaba.  

Un hallazgo fortuito y una llamada insistente

La oportunidad tocó a su puerta de la forma más inesperada. “Estaba madurando aguacates envueltos en periódico, y al desenvolverlos, vi una convocatoria para trabajar en Correo Canadiense. La fecha ya había pasado, pero algo me dijo que llamara. Llamé muchas veces hasta que finalmente me dieron una cita”.  

La entrevista no fue sencilla. El editor, algo escéptico, le advirtió: “Ya tenemos a alguien, y además, que seas mexicana no nos ayuda mucho porque ya hay otro mexicano en el equipo”. Pero le dio una oportunidad para hacer una prueba. “No sabía mucho sobre política canadiense, pero pensé: ‘Esto es lo mío, no puedo decir que no’. Al final, les gustó y me contrataron”.  

Así comenzó su aventura en el periodismo canadiense, un mundo donde Silvia tuvo que aprender no solo de política local, sino también de la diversidad cultural que caracteriza al país. “Canadá es otro universo. Las historias no solo vienen de un lugar; vienen de todas partes del mundo. Eso te obliga a ser más sensible, a escuchar más”.  

Camino a la reinvención

Con los años, Silvia se estableció como una pieza clave en el equipo de Correo Canadiense. Pero, como suele suceder en la vida, los giros inesperados estaban al acecho. “Un día me llamaron para decirme que, aunque les gustaba mi trabajo, tenían que despedirme por recortes. Fue un golpe duro. Sentí que me quedaba sin rumbo”.  

Sin embargo, esa pérdida se transformó en una oportunidad: “Decidí que era momento de hacer algo propio. Así nació Ahora Canadá. Quería un medio que hablara no solo de los problemas, sino de las historias de éxito de los hispanos aquí. Sabía que el periodismo estaba cambiando, y yo no podía quedarme atrás”.  

Aprender a fluir con los cambios

El camino de Ahora Canadá no ha sido lineal. Empezó como una página de noticias, pero pronto se expandió a formatos más visuales. “Aprendí que la gente quiere algo diferente. Hay que ser más creativos, contar las historias de forma que conecten rápido. Por eso apostamos por video e infografías”.  

La radio también llegó como un desafío inesperado. “Cuando me invitaron a Voces Latinas, pensé que sería un noticiero. Pero no, era una revista radial. Me costó adaptarme porque vengo de una escuela de periodismo más tradicional. Pero poco a poco le fui agarrando el ritmo”.  

Silvia recuerda esos años como una mezcla de agotamiento y gratitud: “Hacía cuatro horas diarias al aire y en ese momento había regresado a Correo Canadiense con un nuevo equipo como editora. En ese tiempo aprendí a reinventarme y a salir de mi zona de confort”.  

El impacto de la pandemia y un nuevo rumbo

La llegada del COVID-19 trajo nuevos retos para Ahora Canadá. “Teníamos un estudio grande, lleno de cámaras y público, pero la pandemia nos obligó a hacer todo con un equipo mínimo. A pesar de las dificultades, estuvimos ahí cuando la comunidad más lo necesitaba, con información sobre vacunas y apoyos”.  

Ahora, el enfoque ha cambiado nuevamente: “Las redes sociales han transformado cómo se consume información en Canadá. Con las nuevas leyes, no podemos depender solo de Facebook o Instagram, así que nos hemos movido hacia el contenido que también sea útil para las comunidades hispano-latinas, como infomerciales y colaboraciones con negocios locales”.  

El mensaje de Silvia

A pesar de los altibajos, Silvia no se arrepiente del camino recorrido. “Emigrar te enseña muchas cosas, pero sobre todo, te enseña a creer en ti. A veces los demás confían más en ti de lo que tú misma lo haces. Eso me ha empujado siempre a seguir adelante”.  

En sus propias palabras, el periodismo nunca ha sido solo un trabajo: “Es mi manera de contribuir, de mostrar que nuestra comunidad tiene mucho que ofrecer. Y mientras tenga una historia que contar, sé que estoy en el lugar correcto”.  

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