Ciudades más saludables y sostenibles

El confinamiento impuesto a causa de la pandemia de la Covid-19 hizo que muchas ciudades en el mundo vieran una reducción de la contaminación atmosférica y pudiesen disfrutar de un aire más limpio.

La desaparición de las concentraciones de tráfico y una disminución en las emisiones de carbono han propiciado que la población de diferentes países vislumbre cómo sería vivir en un ambiente urbano más tranquilo y saludable.

En el caso de Canadá, este deseo va más allá de la pandemia y concentra sus esfuerzos como nación en promover una economía verde y alcanzar el Net Zero, un término que hace referencia a una gradual disminución de emisiones de gases a la atmósfera.

Sobre este tema, la Red de Políticas sobre Energías Renovables para el Siglo XXI (REN21) publicó un informe que destaca que las ciudades pueden ser un motor importante en la transición al uso de energías renovables para contrarrestar la contaminación, que a su vez se traduce en la acelerada desaparición de especies y en una crisis medioambiental generalizada.

Grandes ciudades canadienses como Montreal, Toronto, Vancouver, Edmonton, Calgary, al igual que otras más pequeñas como Victoria, Windsor, Nelson, Saanich, Slocan, Surrey y otras localidades fueron citadas en la  edición 2021 del “Informe sobre la situación mundial de las energías renovables en las ciudades REN21”, que presenta “un balance de los esfuerzos de transición energética de las ciudades en el mundo”.

Refiriéndose a Canadá, el texto indica que la ciudad de Vancouver, la más grande en la provincia de Columbia Británica, ha introducido ya una serie de políticas para alcanzar el 100% de energía renovable en 2050, incluyendo estrictos códigos energéticos para los edificios y un Plan de Acción de Emergencia Climática para intensificar la reducción de emisiones.

La ciudad de Toronto recientemente también invitó a sus residentes a compartir sus ideas y prioridades para reducir los gases de efecto invernadero hasta Net Zero para 2050 o antes. De esta manera los ciudadanos pueden contribuir de manera activa a crear el informe sobre el tema que se presentará al Consejo a finales del presente año.

En el 2019, el Consejo declaró una Emergencia Climática por lo que se comprometió a acelerar las acciones en Toronto para enfrentar la contaminación y adoptó medidas para reducir emisiones.

El compromiso ciudadano en este caso es fundamental pues las principales fuentes de gases de efecto invernadero en la ciudad de Toronto son las propias casas, edificios, el transporte y los desperdicios.

Todos los interesados en contribuir pueden acceder a los debates de la comunidad a través de la página de la ciudad. Allí encontrarán mucha información disponible y además podrán dejar sus sugerencias e intercambiar con otros residentes. El llamado para proponer acciones a favor del planeta en la ciudad de Toronto estará vigente hasta el venidero 26 de julio.

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