Ottawa minimiza amenazas del estado islámico

El Gobierno de Canadá ha restado gravedad a las amenazas lanzadas por el Estado Islámico (EI) en un vídeo en el que uno de sus integrantes, el canadiense converso John Maguire, pide que se perpetren ataques en el país. En un vídeo de seis minutos filmado en Irak o Siria, Maguire, que es identificado con el nombre árabe de Abu Anwar el-Canadi, solicita a musulmanes canadienses que efectúen ataques en Canadá para vengar la participación de aviones de combate del país en el bombardeo de posiciones del EI en Irak. “O haces tus maletas o preparas tus explosivos. O compras tu billete de avión o afilas tu cuchillo”, proclamó Maguire en inglés en el vídeo, distribuido por EI en las redes sociales a última hora del pasado domingo. Maguire puso como ejemplo los recientes ataques cometidos por Martin Couture-Rouleau y Michael Zehaf-Bibeau en territorio canadiense, en el que murieron dos militares, uno en Montreal y otro en Ottawa. A finales de octubre, Martin Couture-Roleau, de 25 años, atropelló a dos soldados en un aparcamiento en las cercanías de Montreal, causando la muerte al suboficial Patrice Vincent, de 53 años de edad. Couture-Roleau, considerado como un “radical” por la Policía canadiense, murió poco después tiroteado por las fuerzas de seguridad. Pocos días después, Michael Zehaf-Bibeau, de 32 años, disparó contra el cabo Nathan Cirillo, causando su muerte, mientras éste montaba guardia en el Monumento a la Guerra de Ottawa. Zehaf-Bibeau murió poco después, cuando penetró en el edificio del Parlamento de Canadá. Aunque el Gobierno canadiense ha señalado que los ataques estaban “inspirados” en la ideología de EI, las autoridades no han hecho pública ninguna prueba de la supuesta relación de los dos atacantes con el Estado Islámico. Y al menos en el caso de Zehaf-Bibeau, hay serias dudas sobre su salud mental. En este contexto, el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Steven Blaney, reveló un día después de que se conociese la existencia del vídeo de Maguire que, a pesar de las amenazas del miembro del EI, Ottawa no ha incrementado el nivel de peligro en el país. El Gobierno canadiense parece contento con haber “revocado” el pasaporte a Maguire, lo que evitará que regrese a Canadá. “Su pasaporte fue revocado después de dejar el país, así que su capacidad de regresar es muy difícil, aunque como se ha visto en el vídeo, no creo que este individuo tenga ninguna intención de regresar a Canadá”, declaró a la televisión pública canadiense CBC James Bezan, secretario parlamentario del ministro de Defensa. El vídeo de Maguire también ha causado sorna entre especialistas canadienses en el Oriente Medio. Amarnath Amarasingam, un estudioso de la región de la Universidad Dalhousie de Canadá y que está investigando el fenómeno de los combatientes canadiense en las filas del EI, calificó de “tonto” el vídeo de Maguire, en el que profesa que, como millones de jóvenes canadienses, jugaba a hockey sobre hielo antes de unirse a EI. “No vas a encontrar un musulmán en Toronto que diga: ‘Yo también juego a hockey, estoy siendo perseguido. A lo mejor debería emigrar al Estado Islámico‘”, dijo Amarasingam en declaraciones aparecidas esta semana en medios de comunicación del país. Mohammed Robert Heft, un converso canadiense y director de un centro islámico en Toronto, también se mofó del vídeo de Maguire. “Todo el vídeo es en inglés porque ni siquiera sabe un mínimo de árabe. Nadie cita el Corán
diciendo en inglés lo que Alá dijo. Alá no habla inglés”, declaró Heft a la cadena CBC, al añadir que no cree que su mensaje inspire a potenciales yihadistas canadienses. Pero la escasa preocupación que han causado las amenazas de Maguire no significa que Canadá este exenta de riesgo. En los últimos años, tanto la red Al Qaeda como el Estado Islámico han proferido amenazas contra Canadá por su participación militar en combates en Afganistán o Irak. Y las autoridades canadienses han desbaratado varios planes para atentar en el país. En octubre pasado, el director del servicio secreto canadiense, Michel Coulombe, declaró en el Parlamento canadiense que aunque la amenaza de EI es real, no es inminente.

“Supone una amenaza pero, como he señalado, no tenemos información de un ataque inminente”, indicó Coulombe. El jefe del espionaje canadiense cifró en 130 los canadienses que han viajado al extranjero para unirse a grupos radicales, y en 80 los que han regresado a Canadá.

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