La ciencia de materiales y la ingeniería biomédica han iniciado una nueva era con el desarrollo de los llamados “tejidos inteligentes” o smart textiles, capaces de monitorear signos vitales, administrar fármacos y hasta generar energía para pequeños dispositivos. Estos avances prometen transformar el mundo de la salud preventiva y el bienestar en los próximos años.
¿Qué son los tejidos inteligentes?
Son materiales textiles que integran sensores, actuadores, microchips y fibras conductoras para cumplir funciones específicas más allá de cubrir el cuerpo. Por ejemplo, pueden medir la temperatura, el ritmo cardíaco o los niveles de sudoración de quien los usa, y enviar esta información en tiempo real a un celular o un sistema médico.
Aunque la idea ha existido durante años, hasta hace poco su aplicación estaba limitada por la rigidez de los sensores y su incomodidad. Sin embargo, recientes investigaciones han logrado desarrollar fibras elásticas, suaves y lavables que no afectan la movilidad de la prenda y son prácticamente imperceptibles para el usuario.
Monitoreo de salud en tiempo real

Entre las aplicaciones más avanzadas está el control de signos vitales en personas con enfermedades crónicas, como hipertensión o problemas cardíacos. Con estos tejidos inteligentes, se podrían reemplazar dispositivos externos que resultan incómodos y estigmatizantes, mejorando la adherencia al monitoreo médico.
Por ejemplo, un equipo de la Universidad de Cambridge presentó en 2024 un tejido capaz de detectar el ritmo cardíaco, la respiración y los niveles de actividad física, usando un material conductor basado en grafeno y polímeros flexibles. Este material puede ser tejido con algodón común y resiste más de 30 ciclos de lavado sin perder sus propiedades.
Además, en Corea del Sur, investigadores han creado camisetas con sensores integrados que monitorean continuamente la saturación de oxígeno en la sangre (SpO₂), un dato vital para pacientes con problemas respiratorios, COVID-19 o deportistas de alto rendimiento.
Administración de fármacos y terapia física
Otra innovación reciente es el desarrollo de textiles que pueden liberar medicamentos de manera controlada. La Universidad de Tufts en Estados Unidos está trabajando en parches y vendajes inteligentes que liberan dosis de antibióticos o analgésicos en respuesta a la temperatura corporal o la inflamación de una herida, reduciendo así los riesgos de infección y acelerando la recuperación.
También se investiga la aplicación de tejidos que administran microestímulos eléctricos para rehabilitación muscular, especialmente en personas mayores o con movilidad reducida.
Generación de energía y conectividad
La integración de microbaterías flexibles y nanogeneradores triboeléctricos —que producen energía mediante el movimiento y la fricción— abre la puerta a prendas que se autoalimentan. Estas podrían cargar pequeños dispositivos como relojes inteligentes o sensores biomédicos sin necesidad de baterías externas.
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) lograron recientemente desarrollar un tejido que, con el movimiento natural de caminar o moverse durante el día, puede generar suficiente energía para alimentar un sensor de ritmo cardíaco y una pantalla LED de baja potencia.
Retos y futuro de la industria
A pesar de los avances, la producción masiva de tejidos inteligentes enfrenta desafíos como la escalabilidad, la reducción de costos y la eliminación de componentes contaminantes en su fabricación. Además, los expertos enfatizan la importancia de la ciberseguridad y privacidad de los datos biomédicos que estas prendas recolecten.
Sin embargo, grandes empresas textiles y tecnológicas ya invierten millones de dólares en su desarrollo, anticipando una explosión de la industria de smart textiles en la próxima década, tanto en salud como en deportes, defensa y moda interactiva.
Los tejidos inteligentes representan mucho más que un avance tecnológico: son el inicio de una era en la que la ropa no solo protegerá del clima o definirá estilos, sino que cuidará la salud de manera continua y personalizada. Una fusión entre ciencia de materiales, biotecnología e inteligencia artificial que cambiará, literalmente, la forma en que vestimos y vivimos.










