MÓNICA BELLUSO GONZÁLEZ*
Caen los precios del petróleo y desconcierto en el país entero. Cuando el valor del crudo es noticia en el mundo entero, las declaraciones de líderes nacionales y regionales canadiense giran últimamente en torno a sus planes para enfrentar una situación económica, que se ha comenzado a tildar de volátil.
Las consecuencias podrían ser especialmente negativas en la Provincia de Alberta, debido que el 25% del presupuesto depende de ingresos relacionados a la explotación del crudo. El déficit presupuestario está en 500 millones de dólares. La Provincia, conocida por su riqueza, alta calidad de vida y bajo nivel de desempleo, parece ser menos fuerte económicamente y se habla del comienzo de una recesión.
Recuerdos de la debacle financiera del 2008 llegan a la mente.
Y aunque no habría que entrar en pánico, hay ciertas señales concretas que empiezan a causar preocupaciones. Debido a la incertidumbre económica, ciertas empresas petroleras ya han anunciado cortes presupuestarios y de personal.
Recientemente, Suncor, un gigante en la explotación de arenas petrolíferas, con sede en Calgary, anunció la eliminación de mil puestos de empleo. Otras empresas han comenzado también recortar gastos.
Algunos trabajadores que venían periódicamente del este de Canadá para trabajar en áreas como Fort McMurray se han encontrado recientemente con la noticia de que no tienen que regresar más al oeste: han sido despedidos, al menos por ahora, y deberán acudir al Seguro de Empleo Canadiense.
En recientes declaraciones, el Premier de Alberta, Jim Prentice, indicó que el presupuesto provincial debe ser revisado, mencionando, que los salarios de los empleados públicos podrían ser objeto de evaluaciones. Las quejas de los gremios de trabajadores públicos no se han hecho esperar. Se especula también sobre la creación de un impuesto de ventas provincial –Alberta es la única provincia de Canadá en el que los ciudadanos no tienen que pagarlo- y se habla de un posible aumento general de los impuestos. Estas últimas ideas tienen muchos detractores, pues afectarían los bolsillos de los ciudadanos de clase media -mayoría en la Provincia. Respecto al impuesto de ventas el mismo Prentice ha dicho que no es su opción favorita, pero que está dispuesto a analizarla.
Al Alcalde de Calgary, Naheed Nenshi, le preocupa el no conocer exactamente cuál será el presupuesto disponible para gastos de infraestructura de la ciudad; ciertos proyectos altamente anticipados podrían tener que ser reevaluados.
Recientemente, un reporte bancario anunció que las familias en Alberta tienen el promedio de deuda más alta de todo el país. Las familias de esta Provincia deben en promedio un total de $124,838. El cálculo, con números del 2014, incluye tanto el balance en las tarjetas y líneas de crédito como las hipotecas inmobiliarias. Esta situación, considerada una “carga masiva” y un alto riesgo para la estabilidad financiera, le preocupa más al Banco de Canadá que la misma caída de los precios del petróleo..
*Periodista Venezolana radicada en Calgary, Alberta.
Excelente articulo de esta escritora venezolana. Cruda realidad en estos tiempos.