Ancelotti, el optimista empedernido

GENNY DURAN*

Hace apenas dos meses y tres derrotas, primero en la Supercopa y luego en la liga contra sus vecinos ‘rojiblancos’, sin olvidar la de Anoeta en el intermedio de estas dos, calificada por ‘Carletto’ como el “punto de inflexión”, el pesimismo y las dudas tropezaban con la crispación, ávida de sentencia para castigar los caprichos y las decisiones para muchos incomprensibles de la cúpula blanca.
Le habían robado el ‘Ángel de la Décima’ y expatriado a Xabi Alonso, al jefe de la sala de máquinas. El desafío de sus herederos, James y Kroos pasaba por la reconciliación con sus virtudes, y la exigencia del éxito embebido de inmediatez.
Las semanas siguientes fueron espinosas, pero Ancelotti no se extravió en diatribas. Sus palabras y pronósticos esquivaban panoramas escabrosos.
Su estribillo fue el que solo un optimista crónico puede promulgar. Cuando muchos hacen inventario de problemas, él con una simpleza pasmosa apunta la solución: “Algo tiene que cambiar y va a cambiar”.
Como no se trata de tejer espejismos, sino de ejercer liderazgo inyectando de convicción, puso a correr a James e Isco, reconvirtiéndolos en ‘todocampistas’ le concedió el título de mediocentro a Toni Kroos, emitido por la Universidad Xabi & Pirlo, enterró el debate de la portería, recuperó la mejor versión de Marcelo, y cuando los números de Benzema le condenaban, no cayó en la tentación de enviarle al paredón.
Por el contrario, optó por una lectura futbolística más exquisita, resaltando sus virtudes y reiterándole su confianza. Aunque lo más notable, haya sido quizás encarar todas las aristas de la crisis sin imputar a nadie.
Hoy el Real Madrid no solo somete a sus rivales con contragolpes vertiginosos, sino que el técnico italiano honra su promesa cuando llegó a Chamartín: “Quiero ganar jugando un fútbol espectacular”. En esta metamorfosis blanca, destaca un juego más asociativo, con un mediocampo rebosado de talento, sin perder la contundencia a la hora de definir.
Los merengues encaran la segunda pausa de la liga, producto de los compromisos internacionales de la FIFA, en la cumbre de la tabla, sumando 27 puntos, escoltados por los de Luis Enrique (25), despejando las dudas del famoso ‘equilibrio’ con victorias categóricas ante rivales de peso, como el Liverpool y el Barça, y con un Cristiano Ronaldo a ritmo de récord con 18 goles, y once jornadas consecutivas viendo portería.

 
*Periodista especializada en fútbol; directora/ editora en www.concancha.com Twitter: @gennyduran
y @concancha

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