Esta receta es especial para los que nunca se han animado a amasar un roscón, pues en apenas poco más de dos horas obtendrán brioche esponjoso y aromático.
Ingredientes
400 g de Harina de fuerza
70 g de Mantequilla a temperatura ambiente
100 g de Azúcar
2 Huevos
20 ml de Ron (licor)
100 ml de Agua
30 ml de Leche
1 Ralladura de naranja
20 g de Levadura prensada
Agua de azahar media cucharadita
Sal
Almendras en láminas
Fruta escarchada
Azúcar granulado
Modo de preparación
- Empezamos poniendo en un bol grande 350 g de harina, hacemos un hueco en el centro y en él añadimos el azúcar, la levadura disuelta en el agua templada, el ron, la leche, la ralladura de naranja, el agua de azahar y la mantequilla. Mezclamos ligeramente y añadimos uno de los huevos y la pizca de sal y amasamos.
- Cuando se hayan unido todos los ingredientes, ponemos la masa sobre una superficie enharinada y seguimos amasando hasta que la masa quede elástica y no se pegue a la superficie. Si es necesario, vamos añadiendo harina poco a poco, aunque no debemos dejar que la masa quede demasiado seca, sino más bien pegajosa.
- Formamos una bola con la masa y le hacemos un agujero en el centro. Con cuidado, lo vamos estirando y agrandando, dando forma al roscón. Lo colocamos sobre una bandeja de horno, en un lugar cálido y lo dejamo levar por lo menos una hora. Precalentamos el horno a 200ºC.
- Mientras pintamos el roscón con el otro huevo batido y lo decoramos con la fruta escarchada –imprescindible la naranja confitada–, las almendras fileteadas y el azúcar granulado. Por último, horneamos el roscón entre 15 y 20 minutos a 200º o hasta que la superficie esté dorada. Dejaremos enfriar ligeramente antes de degustarlo.