Esta receta es perfecta para intolerantes al huevo y para quienes hayan desterrado al huevo de sus dietas, que se sustituye por una mezcla de harina de garbanzo y agua. Una gran alternativa.
Ingredientes
-400 g de patata
-150 g de cebolla
-70 g de harina de garbanzos
-180 ml de agua
-aceite de oliva virgen extra
-sal
Modo de preparación
1.Pelamos las patatas y las cortamos en láminas finas. Pelamos la cebolla y la cortamos el juliana.
2.Calentamos abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén y freímos a fuego suave ambos ingredientes durante unos 30 minutos con la sartén tapada. Removemos de vez en cuando.
3.En un recipiente hondo y amplio mezclamos el agua con la harina de garbanzos y batimos hasta que no haya grumos.
4.Cuando la patata y la cebolla estén listas, escurrimos sobre un colador para retirar el exceso de aceite. Lo añadimos a la mezcla de agua y harina de garbanzo y sazonamos al gusto.
5.Calentamos un poco de aceite en una sartén mediana y cuajamos a fuego bajo durante unos cinco minutos por cada lado, remetiendo los bordes hacia abajo para darle forma. Es importante respetar el tiempo de cuajado para que la harina no quede cruda.