Tomar suplementos multivitamínicos y
minerales no previene ataques cardíacos,
accidentes cerebrovasculares o muerte
cardiovascular, según un estudio publicado esta
semana en la revista especializada de la
American Heart Association.
“No encontramos ningún beneficio clínico del
uso de multi-vitaminas y minerales para
prevenir ataques cardíacos, accidentes
cerebrovasculares o muerte cardiovascular”,
sentenció el autor principal del informe,
Joonseok Kim, profesor de la Universidad de
Alabama en Birmingham.
El equipo de investigación evaluó de forma
amplia 18 estudios individuales publicados con
anterioridad, incluyendo ensayos controlados
aleatorios y análisis de cohortes prospectivos,
que sumaron un total de más de 2 millones de
participantes y con un promedio de 12 años de
seguimiento.
Al revisar todos estos informes, no encontraron
ninguna asociación entre tomar suplementos
multivitamínicos y minerales y un menor riesgo
de muerte por enfermedades cardiovasculares.
“Ha sido excepcionalmente difícil convencer a
las personas, incluidos los investigadores en
nutrición, para que reconozcan que los
suplementos de multi-vitaminas y minerales no
previenen las enfermedades cardiovasculares”,
dijo Kim.
El investigador espera que estos resultados
“ayuden a disminuir el bombo”
alrededor de
estos suplementos y que anime a la gente a
utilizar métodos probados para reducir el riesgo
de enfermedades cardiovasculares, como comer
más frutas y verduras, hacer ejercicio y evitar el
tabaco.
Aproximadamente el 30 por ciento de los
estadounidenses consume suplementos de
multi-vitaminas y minerales, y está previsto que
la industria mundial de suplementos
nutricionales alcance los 278,000 millones en
2024.
“Aunque los suplementos multivitamínicos y
minerales tomados con moderación rara vez
causan daño directo, instamos a las personas a
proteger su salud cardíaca al comprender su
riesgo individual de enfermedad cardíaca y
accidente cerebrovascular”, escribieron los
autores.
Entre sus recomendaciones, aseguraron que es
importante incluir una dieta saludable para el
corazón, ejercicio, dejar de fumar, controlar la
presión arterial y los niveles de colesterol no
saludables, y cuando sea necesario, el
tratamiento médico.