El primer ministro canadiense, el conservador Stephen Harper, calificó de “locura” regular las emisiones del sector petrolífero del país a pesar de haber prometido en 2006, cuando llegó al poder, que actuaría en esa dirección.
Mientras su ministra de Medio Ambiente, Leona Aglukkaq, se encuentra en Lima (Perú) para participar en las negociaciones sobre el cambio climático COP20, Harper aseguró en el Parlamento canadiense que no tiene intención de regular el sector petrolífero.
“Bajo las actuales circunstancias del sector del petróleo y gas, sería una locura de política económica imponer penalizaciones unilaterales al sector. Claramente no lo vamos a hacer”, declaró Harper.
La afirmación de Harper se produjo después de que un miembro de la oposición le preguntara si cumpliría su promesa de 2006 de regular las emisiones del sector petrolífero especialmente tras los pasos dados por Estados Unidos y China, que han anunciado un acuerdo para reducir su emisiones.
Desde su llegada al poder en 2006, Harper ha protegido el creciente sector petrolífero canadiense hasta convertirlo en el único de los principales sectores en emisiones de dióxido de carbono que no está sujeto a regulaciones.
En 2012, Harper sacó a Canadá del Protocolo de Kioto, el único país que tras ratificarlo abandonó el acuerdo mundial contra el cambio climático, para no dañar el sector petrolífero y tener que imponer regulaciones. Desde la llegada al poder de Harper, Canadá se ha convertido en uno de los principales productores de petróleo del mundo gracias a las gigantescas reservas de los yacimientos de las arenas bituminosas situados en la provincia de Alberta, en el oeste de Canadá.
Las bases ideológicas y el centro de la financiación del Partido Conservador de Harper se encuentra en Alberta.
Canadá no ha cumplido los objetivos de reducción de emisiones a los que se comprometió en Kioto y tampoco cumplirá los objetivos más moderados prometidos por Harper.
Esta semana, el Ministerio de Medio Ambiente señaló en un informe que Canadá no cumplirá los nuevos objetivos fijados por Harper de reducir para 2.020 las emisiones de gases con efecto invernadero un 17 % con respecto a las de 2005.