El vitiligo es una enfermedad que causa la pérdida de color de la piel en manchas. Esta dolencia se produce cuando las células que producen melanina, las encargadas de darle color a la piel y al cabello, mueren o dejan de funcionar.
El vitiligo afecta a las personas de todo tipo de piel, pero puede ser más perceptible en las personas de piel morena o negra. Esta afección no pone en riesgo la vida ni es contagiosa pero puede llegar a ser estresante y a causar serios problemas de inseguridad en los que la padecen.
A pesar de que las causas exactas para el inicio de esta enfermedad no se encuentran definidas, los especialistas señalan como posibles desencadenantes a los trastornos del sistema inmunitario, antecedentes familiares, un evento prolongado de estrés, quemaduras solares graves u otro traumatismo en la epidermis.
Sin embargo, aunque su manifestación estética es la más obvia, el vitiligo puede causar otros trastornos como problemas oculares, pérdida auditiva, aumento de sensibilidad de la piel y problemas de depresión y autoestima.
Los niños y adolescentes también pueden padecer esta afección ya que los especialistas consideran que la edad media de aparición de los primeros síntomas es antes de los 30 años.
Desde el núcleo de la comunidad, escuelas y centros laborales se deben impulsar espacios para conocer más y mejor las enfermedades como el vitiligo, las cuales causan una importante presión psicológica en los pacientes por sus manifestaciones estéticas.
Cualquier estigma que persista ante estos padecimientos agrava el estrés al que se encuentra sometida la persona enferma dificultando su tratamiento e inserción social.